martes, 6 de mayo de 2008

El Intruso (Vicente Blasco Ibañez)




El Intruso (1904) es, quizas, la novela más política de Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928). Basando la novela en Luis Aresti, el cual es descrito con identico perfil que el del doctor Areilza, médico del Hospital minero de Triano, el novelista sintetiza los conflictos sociales conformadores de la Vizcaya moderna, que enfrentan a los antiguos carlistas, parapetados tras el partido nacionalista de reciente creación, y apoyados por los jesuitas de Deusto, con el proletariado minero y de los altos hornos, cogiendo en medio a los burgueses liberales que habían desarrollado la ciudad. Fueron los primeros encontronazos entre bizkaitarras y proletarios en su mayoria emigrantes, llamados despectivamente “maketos”, el once de octubre de 1903 se enfrentaron en Bilbao violentamente miles de personas, era domingo y ademas el dia de la patrona de Bizkaia, la virgen de Begoña (Begoña´ko Ama) Un cura grito “¡Vivan los bizkaitarras!” y un joven le contesto “¡Viva la Republica!” fue rodeado y apalizado, se le dio por muerto, consiguió llegar vivo al hospital. Las cosas venian de atrás, ambos bandos llegaban preparados, después de este dia se juraron odio eterno.

Que hoy en dia, se acepte o no la visión de Blasco Ibáñez, así la entendió él con motivo de un viaje político y así la comprendieron los intelectuales progresistas de la época. Nuestro novelista más internacional de la primera mitad del siglo XX une la técnica naturalista con el compromiso militante, para obtener una narración de fuerza poco común que aún permite entender mucho de la cuestión vasca.

El magnifico y prolijo escritor Vicente Blasco Ibáñez escribio en 1904 quizas una de sus novelas mas politicas, escrita impecablemente en estilo documental, con objetividad y realismo perfectos, es el estilo artistico del naturalismo, cuyo principal precursor fue el periodista Emile Zola al cual admiraba

El naturalismo es un estilo artistico y sobre todo literario, basado en reproducir la realidad con una objetividad perfecta y documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el periodista Emile Zola que expuso esta teoría en el prólogo a su novela Thérèse Raquin y sobre todo en Le roman expérimental (1880). Desde Francia, el Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalista presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive.

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