sábado, 30 de agosto de 2008

Si vienes...

Si vienes buscando batalla, yo soy la batalla. Si vienes buscando amor, yo soy el amor. No camino con nadie, porque tengo mi propio camino. Tengo de negro, tengo de blanco, tengo de chino. No tengo nada, porque nada soy. No camino con nadie, tengo mi propio camino. Y ya tengo mi amigo, que sabe que nadie soy. En cierta ocasión y en otro Blog edite un Post con varios vídeos, con ellos pretendía expresar mi manera de ser. También recuerdo que hacia un guiño de amistad a los hermanos hispanoamericanos. El idioma común permite crear unos vínculos, saltar fronteras, cruzar culturas y sobre todo en estos tiempos en los que en España mejoramos en calidad de vida, poder acoger y que prosperen en Europa a tantos hermanos americanos. Años atrás fuimos nosotros los acogidos, y muchos siglos atrás fuimos también los que...los que...Bueno dejemoslo en que nosotros fuimos los que primero fueron, ya que me esta saliendo un dialogo tipo Les Luthiers, como dicen los mexicanos Tigres del Norte en una canción "Indios de dos continentes, mezclados con español". Este poema con el que comencé, llamo la atención de mi hermanita cuando paseaba por un mercado cubano, allá en la Habana...estaba escrito en un azulejo souvenir y lo fotografió. Enseñándome las fotografías lo vi, me llamo la atención su fuerza, su ternura, su determinación, me parecía que definía el devenir en la historia del noble pueblo cubano. Se dice que lo que no aparece en Internet, no existe. No he conseguido encontrar en la red ninguna referencia ni autor de dicho poema, pues aquí lo traigo yo para que conste en la red, y también estos vídeos que fueron los que edite en aquel desaparecido post. Con este me definía... Con este otro nos descojonabamos todos juntos Y para terminar este post, este video. Es de una sacerdotisa de la diosa mapacha, es Lila Downs, una mujer que para mi representa lo mas genuino y autentico del continente americano. Por ustedes hermanos.

jueves, 14 de agosto de 2008

Roses y Agua

La rosa de agua

Ya estamos aquí de nuevo, ya volvimos de la semanita de vacaciones en la Costa Brava, en Roses para más señas.


Vista de Roses desde la zona alta

Es un pueblecito paradisíaco que no conocíamos, nos encanto el lugar nada mas llegar a los cuatro: mi suegra, mi mujer, mi hijo y este que suscribe. El hotel donde estuvimos alojados estaba a pie de playa, las vistas desde la habitación eran espectaculares.


Vista parcial de la Bahia de Roses

Todos los amaneceres te dejaban maravillado. Los anocheceres no le iban a la zaga, cielos estrellados, la luna rielando entre los suaves movimientos del mar, y ese sonido relajantemente cadencioso de las pequeñas olas llegando a la arena, a esas horas ya, sin que rompa la paz el constante ir y venir de lerdos con motos acuáticas y fuerabordas, que con su ruido ofenden hasta a las gaviotas, y ellas se lo devuelven jugando a hacer diana con sus excrementos en sus embarcaciones.


Anochece en la playa, calma y tranquilidad

Los primeros dos días todo fue bien, intente seguir el ritmo de mi hijo, gafas, aletas y al agua. Mi mochuelo es un tío surfero y buen nadador (solo tiene nueve años, el menda) pero todavía no se había dejado enseñar la técnica del buceo a pulmón, esta vez se empeño en aprender, “Aita, ¿como se respira con el tubo?” “Aita, ¿tu como haces para no tragar agua cuando sales?” “Aita, ¿Por qué se aprietan las gafas contra la cara cuanto mas bajamos en profundidad?”, esos dos primeros días hicimos múltiples inmersiones, vimos bancos de aguacios perseguidos por mojarras o sargos. También vimos algunas estrellas de mar, cangrejos ermitaños, en resumen que estábamos entretenidos.


Madre e hija


Nutria de piscina


Un presidiario que se unio al grupo


Pero al tercer día...Pi Pi Pi, había vuelto a agotar la batería: fiebre, mareo, entumecimiento, agotamiento total y falta de aire, en fin como un ecce homo, ya solo podía observar desde la cama y a veces cuando no pegaba el sol desde la terraza de la habitación. No me acostumbro a esta debilidad, se me va el santo al cielo y catacroc. Aunque la planificación que me había hecho de la estancia era la de estar relajado. Me lleve un libro que me regalo hace poco un entrañable amigo y excompañero de trabajo, el libro se titula “Agua” esta escrito por Marq de Villiers, un tipo muy interesante; es periodista, escritor, conferenciante, viajero impenitente, y a pesar de vivir en Canadá, sus orígenes son sudafricanos, los antiguos Boers. Conoce África a fondo; el libro es un tratado sobre el agua, la fuente de la vida, la sopa de la vida primigenia se creo en los océanos. A partir de ahí la tierra fue colonizada desde el agua. Grandes civilizaciones, Imperios, Culturas y sociedades, fueron florecientes mientras no tuvieron problemas de abastecimiento de agua. Multitud de guerras y millones de muertos fueron y serán consecuencia de la escasez de agua. El escritor comienza el estudio hídrico planetario en el río Okavango en el corazón de su África, y recorre todo el mundo, recogiendo multitud de datos, haciendo comparativas, constatando las grandes desertizaciones que se están produciendo en todo el planeta. En resumen es un libro que leyéndolo en la terraza, mientras observo a la gente ociosamente disfrutar del agua de múltiples maneras, pues uno siente un punto de tristeza y preocupación. Por momentos me resultaba también obsceno, pero sobre todo una sensación de que vienen tiempos difíciles, y cuando digo vienen me refiero a una década o dos, que nuestros hijo tomaran el relevo generacional y proyectaran su futuro vital en nuestra aldea global. Pero ¿en que estado se la entregaremos?
Sin llegar a ser un Jeremías pesimista como dicen los firmantes del manifiesto humanista 2000, con el problema que tenemos a nivel mundial con el agua, además de la influencia de la contaminación en el cambio climático, no se puede intentar ver las cosas de manera optimista, eso seria pecar de candidez y no ser realistas, y por ello son las criticas mayores a dicho manifiesto humanista. Como se puede observar el Post lo comienzo comentando las vacaciones y continua desde el comentario de un libro, hacia un mensaje alarmante de que el agua es la clave de todo, y por ahí perdemos la vida si falta. Quizás en el viaje de vuelta, cruzando Cataluña, Aragón, Navarra y La Rioja, la sensibilización hacia el problema del agua me hizo ver el paisaje de otra manera. El desierto ya esta aquí, esta entre nosotros.